Encontrar a Dios en la vida...
Dios es amor. Su influjo está presente en todo momento y en toda circunstancia, aunque varios no lo noten...
Ramiro Alarcón Flor
8/8/20252 min read


Encontrar a Dios en la Vida.
Por Ramiro Alarcón Flor
Todo el mundo se asustó, al ver al señor Juan, recorrer apresuradamente las calles de la aldea montado en su asno.
– ¿A dónde vas Juan?, le preguntaron.
-Estoy buscando a mi asno –respondía Juan al pasar.
¡Llega uno a encontrarse con gente seriamente dedicada a buscar a Dios! (Anthony de Mello).
Ciertas etapas de la vida nos sumergen en la crisis, los problemas y la desesperanza. No obstante, también suelen presentar algo positivo. Constituyen una oportunidad para buscar y encontrar a Dios. No importa si usted es creyente o no. En esos días recurrimos a la oración y a las plegarias y casi todos nosotros -al menos en Ecuador- clamamos al Dios de Jesús. Un Dios que, según la Biblia, “ha venido para que tengamos vida plena y abundante” (Jn.10,10). “Para que seamos perfectos” (Mt. 5,48) y para que “hagamos cosas mejores que las que Él hizo. (Jn. 14,12). No parece poco.
Y es que en estos momentos que vive la humanidad, la espiritualidad, y lo espiritual, constituyen variables claves en la evolución y perfeccionamiento humano. De hecho, desde principios de este siglo, lo espiritual viene convirtiéndose en una mega tendencia mundial. Según Patricia Aburdene, la espiritualidad consta de cinco variables que la definen completamente: el significado o propósito de la vida, la compasión hacia los demás y hacia uno mismo; la conciencia, esa capacidad de valorar el momento presente; el servicio o facultad de ayudar, de dar y de darse; y el bienestar, es decir, la potestad de estar bien con uno mismo. Como puede apreciarse estas variables son fundamentales en la edificación humana y en su realización.
Y para nosotros, los cristianos, esta mega-tendencia mundial constituye una gran noticia.
Y es que la humanidad va descubriendo -por sí misma- parte del mensaje de aquel Carpintero de Nazaret, quien hace más de dos mil años, ejerció a través de su existencia y de su ejemplo éstos cinco valores y varios más: una vida con propósito: es decir la búsqueda de la Civilización del amor: la compasión, que le permitió curar, bendecir, ayudar y dar su vida por los demás. La conciencia o iluminación, sólo así podría descubrir que “hay que amar al prójimo como a uno mismo”. El servicio, a todos los seres humanos, sin excepción; y el bienestar, que puede traducirse como paz interior, alegría y felicidad al saber que se están haciendo las cosas correctas. Jesús fue un hombre libre, realizado y feliz.
En estas cinco variables podemos encontrar gran parte del Evangelio. La humanidad parece tender hacia allá -a pesar de todo- Está acoplada sobre los pilares de Dios, y pocos lo saben. Igual que el señor Juan.
Hace mucho tiempo el Papa, Paulo VI, enfatizó que evangelizar no significa uniformar. En su encíclica "Evangelii Nuntiandi", afirmó que la evangelización debe respetar las culturas y sus elementos positivos, y que la ruptura entre el Evangelio y la cultura es un drama de nuestro tiempo.
De lo que estamos seguros es de que estamos llenos de Dios, saturados de su insondable amor que traspasa nuestras dudas, creencias, tendencias, macro-tendencias y percepciones. Ésta es una gran noticia para este día. Ya lo afirmó Juan Pablo II: “el amor siempre triunfa”.