La Guitarra Española
Dios mejora tu autoestima. Su amor te fortalece...!
Ramiro Alarcón Flor
1/20/20252 min read
La Guitarra Española
Hace algunos años la gente se congregó en un hall público con motivo de un remate de instrumentos musicales. Trajeron en primer lugar una guitarra española que lucía en muy mal estado. El facilitador del remate intentó, sin éxito, influenciar en el público positivamente indicando que la guitarra era muy fina, que era una joya antigua, y que la base imponible era de sesenta dólares.
No obstante, el instrumento lucía vetusto y arcaico; parecía inclusive tener relictos de un severo ataque de polillas. Su laca dejaba mucho que desear, en fin, la imagen no ayudaba mucho que digamos.
El facilitador con gran energía inició el remate: sesenta dólares, quien da sesenta para iniciar la venta de esta maravillosa joya, gritó con prestada elocuencia. Ninguna paleta se dejó ver en el hall. Insistió en las bondades del mueble dos veces más sin éxito alguno. Al fin cansado ya, dijo: “por consideración al respetable público vamos a bajar la base imponible del bien. La ubicaremos en veinte dólares.
Una paleta se levantó tímidamente en lontananza 25 USD era el ofrecimiento, al cabo de quince interminables segundos otra hizo su aparición al occidente: 30 dólares, se leyó. Pasó medio minuto que resultó larguísimo y el facilitador ya desfallecido y malhumorado iba a decretar la venta cuando, en ese momento, un famoso guitarrista apareció en escena.
Soy el dueño de la guitarra -dijo. Quisiera que me permitan tenerla un momento antes de venderla.
Con la venia de la autoridad, el dueño sacó de un pequeño portafolio una franela embarrada de algún extraño aceite y comenzó a limpiar la guitarra, demoraría en esta operación un par de minutos. Inmediatamente la afinó y comenzó a tocar una maravillosa melodía de Mozart. Luego de cinco minutos de un micro-concierto de altos quilates, se la devolvió al facilitador.
Bien, dijo él agradecemos al dueño de la guitarra por la interpretación. Estábamos en 30 dólares, si 30, a la una. En ese momento cinco carteles se levantaron al aire: uno de 150 dólares, otro de 200, otro de 300 y un cuarto de 500 dólares.
Quinientos dólares ofrece el caballero, miren nada más... 500 a la 1, 500 a las 2. Nuevamente las paletas se exhibieron luciendo 700, 900 y 1000 dólares por la vieja guitarra que al fin fue vendida nada menos que en 2500 dólares.
Usted es esa guitarra. Deje de menospreciarse por lo que digan los mediocres que pululan a su alrededor y que tienen como misión opacar y mutilar a los demás. Valórese, limpie su corazón, purifique su mirada y lo más importante deje que sea un experto quien lo toque, sólo así descubrirá que usted es una obra maestra de Dios, lo más hermoso que pudo hacer él.